27.11.03

jigsaw

. . ."que sepa abrir la puerta para ir a jugar"

            Sobre la piel y desde abajo. Complementos nunca singulares
En este norte tan escarpado

            Dentro de los labios, fragmentos de fuego
al que empiezo a condenarme

            Desde los filos, sabores de mujer en el espejo
acostumbra a llover con olor a romero.

            Las manos inconclusas por la selva de tu lengua
Tu figura, río de piedras y tijeras

            Espalda contra espalda, cintura de ceniza y nomeolvides
que abraza este papel con sus ojos en tormenta.

            Al dorso de los párpados, relámpagos y volcanes.


No supiste retirar la espada
no quisiste matar la noche de tu voz.

             Es tan difícil escalar mares de sal y madera.

24.11.03

contradictive

"Time isn't real
How much time
Can you kill?"


Lo que se ve.
La soga azul que ata nuestras voces y la llena de adivinanzas.
El filo de tu mirada que se hunde en mi risa más suelta y acera el recuerdo detrás de la lengua.
La música que suena cada vez que los ojos se cruzan de brazos y se demoran otro instante en dejar de reír.
El desafío que llevamos pintado en el cuerpo desde la noche de los volcanes.
(El beso de la cornisa —usted me sorprende— el vértigo de la baranda —así tan rápido— la piel que ocupa un lugar en esta historia)
El espejo de palabras que llenamos de dibujos y señales.
El relámpago que me desborda cuando las horas se acomodan a favor nuestro.
Lo que se escribe.

19.11.03

i want you

"Your fingernails go dragging down the wall"

Itinerario.
Sobre la piel y desde abajo, funde las manos con el aliento, su mirada es semilla y retiene los colores en el cuerpo. No hay simetría que le corresponda.
Vuelve. Dibuja el sabor de las piernas, pasea por el mar, por el cuello y atrás, debajo de las ganas, pinta la madera. La sal de los labios se funde hacia lugares más comunes. La música atraviesa la garganta, rompe, pide, guarda: nada que llega en samuray puede ser tan inocente. Desde atrás, desde abajo, cada vez que me apuñala, la risa es como un guante generoso que llevamos en los ojos cerrados: el mejor paisaje de los relámpagos.

14.11.03

the strength we had together

Desconocían el placer de las letras despilfarradas, la sabiduría de las coincidencias, el contrapelo eléctrico de las casualidades sublevadas, el placer de extrañar lo único que se desea, la voz implacable de la música compartida, los diferentes tipos de tijeras y cuchillos.

Pudieron mentir pero las mentiras no vinieron a sus dedos. Pudieron evaporarse, pero el calor era demasiado para olvidarlo. Pudieron no volar, pero las alas se amotinaron para llevarlos. Pudieron saber pero las preguntas no quisieron asomarse.

Como no podían resolverlo, eligieron el juego de los espejos y se metieron de lleno en sus deliciosos movimientos complementarios, la fuerza convergente de dos cuerpos que aprendieron a dejarse invadir por lo innegable. Desde entonces se intuyen, apenas un instante antes de saberse se adivinan. Presumen El Perfume y éste se desmorona plácido sobre sus cabezas. Se invitan, se esperan, se anticipan llegando. El calor es el mensaje, la sed, los olores indescifrables. Se presagian cada vez y se sonríen para descuidar la defensa de la boca y poder quemarsela a conciencia.

Porque hace tiempo que decidieron que no quieren ser inofensivos y sin embargo y sin duda les gusta abrazarse cuando el viento es demasiado fuerte.

8.11.03

lovely head

"Do you recognize / the smell?" (to V.A.)

Recuerdo mil aromas
como agujas en la fuente de la plaza
una estrella que el tiempo no derrama.

Jugabas a los gestos
—la ve de la victoria—
sonrisas que se guardan en los ojos.

Esa luz que todos buscan en el fuego
crecía silvestre cada tarde
como cerezas en tus manos.

5.11.03

underwear

"Why don't you just shut the door
and close the curtains
'cos you're not going anywhere"


Los buenos conjuros tienen formas diminutas. Igual que las mejores pesadillas, transcurren de día, entre ojos obligadamente atentos y detrás de la mejor de nuestras
máscaras. —Todo conjuro se concreta en el sofá correspondiente—. Entonces estallan en luces invisibles, nos llenan la cabeza de esa música que es indisimulablemente química aplicada y física de cuerpos.

A veces, toman la forma de una mano militante que se escurre entre las ropas y una espalda que le abre lugares inesperados. Un solo músculo enarbola la cintura y la muy guerrillera pasa rasante entre cuerpo y respaldo, en camino directo hacia el borche de la victoria. Un par de segundos más, un ademán experto y la carga tibia se libera. La tropa no debe retirarse sin inspeccionar como al descuido la zona de fuego.

En silencio se sonríen el soldado y su rival. Sólo queda acomodar los restos de la batalla sutil sin que el público se altere. De algún que otro fluido nos ocuparemos más adelante.

2.11.03

by heart

Se enfrenta al espejo, se mira por siglos, fija e inmóvil, tanto que lloran los ojos y los rasgos pierden sentido, son sólo líneas sutiles apenas trazadas sobre otras más firmes. Nada de lo que transcurra por afuera la perturba. Sólo mira, retiene cada gesto, repasa cada accidente, hasta sentirse capaz de dibujarse de memoria.

Sólo entonces cierra los ojos, y cuando vuelve a abrirlos el espejo le devuelve una imagen ajena. Casi la misma, de líneas semejantes, de notas parecidas. Pero los ojos, esos ojos tan western, oscuros como una cuchillada. "Me está mirando", sabe, porque de repente su cuello atardece y se derrama.