Pintame los labios de migas
(palabras como seda)
dibujame la piel de adjetivos.
Pedime un color derramado en las piernas
Dejame crecer el silencio en la boca
Buscame a la vuelta de la mesa y las cortinas
(palabras como fuego)
toreame con los ojos sin adverbios.
Pedime una ronda de notas de lana
Dejame caer otra vez en tus manos
y que la letra explícita
(palabras como flechas)
se escriba en el espejo.