10.8.05

vértigo

sentados donde siempre, ahora la cornisa es frontera, litoral, cuchillo. desborda de relámpagos que golpean cada vez contra la piel y se agargantan. pican, muerden aunque ya no creamos en esas cosas o ya no nos sorprendan o tal vez logren no movernos un pelo. nos descolocan, pequeñas rhymes, nos embrazan, nos desangran en canciones y devastan las letras viejas.

hay nuncas como acuarelas que llenan de música los ojos, hay siempres como burbujas que resuenan deliciosamente inapropiadas.